Dar vuelta la historia será el objetivo de las principales empresas cafeteras que no sólo verán cómo las nacionales cruzan fronteras, sino que ellos también están en posición de poner sus fichas en nuestro país.
Una vuelta de mano. Si durante años empresas nacionales como Copec, Gasco, Salfacorp, Falabella o Cencosud han anunciado sus arribos a Colombia, ahora serán capitales cafeteros los que ponen sus fichas en ingresar al país, apostando a ser actores de peso. A su vez, otros que ostentan posiciones menores, buscarán ampliarse y diversificar su presencia en Chile, por eso, al menos siete importantes grupos colombianos ya trazan lo que será su desembarco definitvo.
De esta forma, el sector eléctrico, agroindustrial y la construcción, entre otros, sumará nuevos participantes en nuestro país. Y vienen a competir fuerte, por lo que durante los próximos años, se prevé que los capitales que lleguen al país superarán varias veces lo invertido por colombianos hasta la fecha en Chile. Según cifras del Comité de Inversiones Extranjeras, vía D.L. 600, se materializó una inversión colombiana en el país de US$540,7 millones para el periodo 1974-2010, siendo este último año el más prolífico con US$279 millones.
¿Por qué Chile? “El país es atractivo porque tiene una tasa de renta baja, un 20% versus el 33% en Colombia. En segundo lugar, tiene estabilidad política y macroeconómica. Tercero, áreas de mercado en donde pueden las compañías ser competitivas”, explica el director ejecutivo de la Cámara de Comercio Colombo-Chilena, José Palma.
Este boom se explica asimismo por el explosivo crecimiento de las compañías del país caribeño, lo que les ha permitido sumar liquidez para sus planes de expansión internacional en busca de nichos de mercado en los que puedan ser altamente competitivos, comenta Palma.
Familia
El Grupo Familia es el principal competidor de CMPC en Colombia para productos tissue, además cuenta con productos de limpieza y detergentes, con los que llega al 20% del mercado cafetero, compitiendo con grandes transnacionales como Unilever. Está acostumbrado a “pelear con grandes”, por eso afrontan su llegada a Chile sin miedo, eso sí, a través de su filial Productos Químicos Panamericanos (PQP), participando, en principio, del negocio del tratamiento de aguas, pero no descartan abrir otras líneas de negocios como podría ser fertilizantes o los propios productos de limpieza.
¿Cómo lo harán? La idea es construir una planta productiva en las cercanías de Santiago con los dineros recaudados por su apertura en bolsa, estimados en unos US$50 millones. En total, el Grupo facturó en 2010 más de US$700 millones.
Carvajal
En la industria de los envases también hay interesados. Ahí, el Grupo Carvajal, hizo sus primeros movimientos al adquirir la nacional Empaques Kudas en US$17,1 millones. Luego de esta compra, Carvajal Empaques alcanzará una facturación aproximada de US$460 millones anuales y contará con un total de 12 plantas localizadas en México, El Salvador, Colombia, Perú y Chile.
Ese fue su primer paso para competir en el mercado de los plásticos y embalajes, industria que en Chile mueve más de US$2.500 millones anuales, donde los principales actores son Edelpa –ligado a la familia Said y líder del mercado–, SigdoPack –filial del Grupo Sigdo Koppers– y Envases Roble Alto –filial de CMPC–, dedicada a la producción de cartón corrugado.
ISA
Interconexión Eléctrica S.A. (ISA) tiene experiencia en Chile: controla la concesionaria Intervial, que administra cinco tramos de la Ruta 5 Sur, y a través de Internexa 3 anillos de fibra óptica, sin embargo, están lejos de detener su expansión en el país, por lo que miran opciones en el área donde son expertos como lo es la transmisión eléctrica.
De esta forma, preparan lo que será su ingreso al sistema eléctrico nacional vía postulación a proyectos de transmisión que sumados llegan a unos US$900 millones. Entre marzo y abril se abriría el proceso de licitación. Además, habrían conversado con HidroAysén para conocer el proyecto de líneas de transmisión que inyectará lo producido en las centrales al Sistema Interconectado Central (SIC).
EEB
Aunque sin experiencia en Chile, las aspiraciones de la estatal Empresa de Energía de Bogotá (EEB) son similares a las de ISA: en primer término, el proceso de licitación de proyectos de transmisión. Este holding se dedica a la generación, transmisión, distribución y comercialización de energía eléctrica y, además de Colombia, opera en Perú y Centroamérica.
Odinsa
Uno de los principales grupos de infraestructura en Colombia es Odinsa y si bien en Chile está presente a través de una termoeléctrica –Genpac, con una capacidad instalada de 96 Mw y que inyecta energía al SIC–, su aspiración sería ingresar al negocio de la construcción y concesiones.
Por ello, su primera apuesta serían los aeropuertos. De hecho, está en la lista de ocho empresas que compiten en la relicitación del Aeródromo La Florida de La Serena, para el que se estima una inversión de US$7,4 millones.
Alpina
Es una de las empresas lácteas más importantes de Colombia y hace ya un tiempo tiene en la mira a Chile, el que se convertiría en la tercera escala internacional de la firma que durante 2010 facturó más de US$670 millones y que fue formada por dos empresarios suizos hace más de 60 años. Produce bebidas lácteas, postres, quesos, leches, mantequillas y bebidas refrescantes, entre otros. Asimismo, también exporta productos a Estados Unidos, Centroamérica y algunos países de Europa.
Bolívar
Complejo, pero no imposible. La llegada de un actor importante al sector financiero, ya que el banco Davivienda –controlado por el Grupo Bolívar– lo analizaría como una opción viable. Es más, directivos de la institución esbozaron que la adquisición de algún banco o una AFP era una posibilidad.
Los Pioneros
Dominado por los capitales colombianos está uno de los negocios más sensibles para los chilenos: el Transantiago. El más grande de los grupos cafeteros en el sistema es el de los Ríos Velilla, controladores de Alsacia y Express de Santiago Uno –empresa que adquirieron a los también colombianos Grupo Transportador– y, con ello, alcanzan una participación cercana al 32% sobre los ingresos del Transantiago, calculados en unos US$1.100 millones.
También está Fanalca, ligada a las familias Lozada y Herrera, que controla SuBus, la que ostenta una participación superior al 18% de las ventas del sistema.
Aunque no apostando directamente por el país, también llegó al sector financiero el Grupo Sura, al hacerse de los activos latinoaméricanos de ING, entre ellos, AFP Capital de Chile y la aseguradora de vida.
Estrategia.
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