Después de aplazar en varias ocasiones la decisión, los ministros de Finanzas de la zona Euro, finalmente, aceptaron entregar a Grecia el segundo paquete de rescate, por 130.000 millones de euros.
Estos recursos, cuyo desembolso será por tramos y condicionado a que el Gobierno cumpla con sus compromisos de austeridad, mantendrían a flote al país heleno, por lo menos, durante los próximos dos años. También evitarán que el Gobierno entre en cese de pagos. Pero el precio que deberá pagar cada ciudadano griego será vivir en una economía frágil y en contracción, con altas tasas de desempleo y pocos incentivos para la inversión.
Andrés Pardo , gerente de Investigaciones Económicas de Corficolombiana, señala que serán muchos los sacrificios que demandará el plan de austeridad exigido por la troika (Fondo Monetario Internacional, Comisión Europea y Banco Central Europeo) a cambio del paquete de rescate, y por lo menos en los próximos dos años, la economía irá en retroceso en vez de crecer.
"Además de los 130.000 millones de euros, Grecia también requiere un canje de deuda donde la idea es tratar de que la mayoría de inversionistas privados que tienen bonos helenos acepten pérdidas de capital del 50 por ciento, para tratar de reducir la deuda de Grecia en los próximos 8 años hacia niveles del 120 por ciento para el 2020".
En la actualidad, Grecia tiene un nivel de endeudamiento equivalente al 160 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) y un déficit fiscal de 10,6 por ciento del PIB.
De acuerdo con los lineamientos del Tratado de Maastrich, los países miembros de la Unión Europea deben mantener su nivel de endeudamiento por debajo del 60 por ciento del PIB y para el caso del déficit fiscal, no debería sobrepasar el 3,5 por ciento del PIB.
Panorama sombrío
Los últimos datos económicos de Grecia revelaron que el PIB se contrajo 6,8 por ciento en el último trimestre de 2011, con lo que analistas esperan que la meta de cerrar el 2012 con una contracción de 4,5 por ciento está lejos de cumplirse.
"Esa caída de 6,8 por ciento se dio sin implementar las medidas de austeridad, lo que quiere decir que cuando se hagan efectivos los recortes, la contracción será mucho más profunda. No es nada raro que durante los próximos años, el nivel de endeudamiento como porcentaje del PIB aumente en vez de disminuir, debido a la caída en el crecimiento económico", explica Elkin Marín , analista Internacional de Bolsa y Renta.
Adicionalmente, si bien los ministros de Finanzas aprobaron el paquete de rescate de 130.000 millones de euros, los parlamentos de Alemania y Finlandia deben aprobar la medida y este no es el último obstáculo que enfrenta el país heleno para obtener un respiro de su deuda: los acreedores privados aún deben aceptar una pérdida de capital del 50 por ciento en los bonos griegos, para que exista si quiera una posibilidad de acercar el nivel de endeudamiento heleno al 120 por ciento en 2020.
Marín agrega que si todo sale de acuerdo con el plan, no será en 2020 sino en 2029 cuando Grecia alcance esa meta e, incluso, en ese entonces la situación fiscal seguirá siendo insostenible.
"Ahí no hay nada que hacer. Los 130.000 millones de euros aprobados no son suficientes para solucionar el problema y la posición de Alemania y Finlandia es que no le van a seguir echando plata a un barril sin fondo".
Así las cosas, Grecia no puede cantar victoria con la entrega de este segundo paquete de rescate.
¿QUÉ SIGUE?
ESPAÑA DEBE CUIDAR SUS PASOS
Si bien España atraviesa una crisis delicada, los analistas coinciden en que su situación todavía está lejos de parecerce a la de Grecia. Andrés Pardo indica que el tema laboral es complicado, con una tasa de desempleo juvenil que ronda el 50 por ciento, pero los indicadores fiscales no son tan alarmantes como los de Grecia.
Elkin Marín agrega que incluso, España tiene un nivel de endeudamiento menor al de Alemania, y que sus problemas actuales son más de caja que de sostenibilidad. De cualquier forma, las reformas fiscales y laborales del gobierno español, aunque necesarias, tendrán un costo social alto.
¿QUIÉN GANA?
LA ESTABILIDAD DEL EURO ES PRIORIDAD
Con el paquete de rescate de 130.000 millones de euros otorgado a Grecia, se evita que el país entre en un cese de pagos con sus acreedores. De esta manera, se protege la estabilidad del euro como moneda regional, puesto que la bancarrota de Grecia arrastraría a todos los países miembros de la Unión Europea y la divisa perdería credibilidad y valor en el mercado.
¿QUIÉN PIERDE?
EL PAIS ENFRENTA UNA RECESIÓN
El costo de este paquete de rescate no es bajo: a cambio de los recursos entregados por la 'Troika', el país heleno debe implementar un plan de austeridad que contempla recortes laborales y ahorros en el gasto público. El resultado será una
contracción en la economía helena, altos niveles de desempleo y un deterioro en las condiciones de vida de los ciudadanos griegos.
El Colombiano.
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