Si bien el aumento de las tasas de interés por parte del Banco de la República no va en línea con el llamado del Gobierno, la política monetaria parece tener amplia aceptación entre los analistas del mercado, quienes consideran que el Emisor ha sido acertado en querer enfriar un poco la economía para evitar posibles brotes inflacionarios.
¿Cuáles son las señales que está recibiendo el Banco para asumir una política contraccionista cuando el mundo podría estar a pocos pasos de entrar en una recesión? Esa podría ser la pregunta de muchos que ven con asombro el deseo del Emisor de enfriar el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), en momentos en los que los países desarrollados tratan desesperadamente de impulsar sus débiles economías.
Dinamismo interno
La respuesta está precisamente en la diferencia entre las economías desarrolladas, especialmente Europa, que pasan por una grave situación y las economías emergentes (entre ellas Colombia), que gozan de una buena salud y son las llamadas a dar dinamismo al crecimiento mundial mientras los "grandes" resuelven sus problemas.
Los analistas coinciden en señalar que el Banco de la República subió sus tasas movido por el buen desempeño de la demanda interna, principal motor del crecimiento económico en los últimos meses.
"Lo que estamos observando es que el consumo de los hogares permanece activo y no ha perdido su fortaleza frente a lo que se vio el año pasado, especialmente, en el tercer trimestre donde se presentó un fuerte incremento en el PIB, de 7,7 por ciento", explica Francisco Chaves , de la firma Corredores Asociados.
Tanto Chaves como Brian Lesmes , analista de Banca Central de Bancolombia, coinciden en señalar que los pasos agigantados a los que está creciendo la economía podría generar burbujas en los precios de algunos bienes, y eso es algo que el Banco de la República percibe y querría controlar con mayores tasas de intervención.
"Ha habido un crecimiento importante en los precios de la vivienda, que puede ser peligroso en la medida en que estamos alcanzando máximos históricos que no se habían visto desde 2006, y el riesgo es que esto se pueda convertir eventualmente en una burbuja en el mercado de vivienda", manifiesta Chaves.
"El alza de tasas también responde a un tema de inflación. En 2011 estuvo dentro del rango meta, pero bastante alejada del objetivo específico que es el 3 por ciento. Vimos que en enero, la inflación básica fue de 3,13 por ciento y el Emisor es muy sensible a los movimientos de inflación básica: busca que esté por debajo del 3 por ciento para que la inflación total se ubique justo en su meta", explica Lesmes.
¿Qué sigue?
Aunque los expertos consideran que el aumento de tasas de interés no ha llegado a su fin en lo que resta de este año, existe la posibilidad de que, por lo menos, durante el primer semestre la tasa de intervención permanezca en 5,25 por ciento, a la espera de que indicadores como la cartera, las exportaciones y la producción industrial den una pista sobre el comportamiento de la economía a comienzos del año.
José Fernando Restrepo , de Investigaciones Económicas de Interbolsa, proyecta que "las tasas se mantendrán estables en el primer semestre, pues la Junta del Banco de la República va a evaluar el impacto de la situación externa sobre la economía colombiana antes de tomar más medidas".
Pero el grupo de Investigaciones Económicas de Bancolombia espera dos incrementos adicionales: el primero podría llegar en abril y, al final del año, el Emisor situaría su tasa en 5,75 por ciento.
Y Francisco Chaves agrega que la economía ya podría estar mostrando señales de moderación, como la producción industrial que en diciembre creció 2,4 por ciento (la mitad de lo que esperaba el mercado) y una tasa de desempleo que nuevamente está repuntando.
Esto, sumando a un crecimiento del PIB para el último trimestre de 2011 que se estima estará muy por debajo de lo que creció el trimestre anterior, es muestra de que el enfriamiento de la economía que estaría buscando el Emisor, puede estar en marcha.
¿CÓMO FUNCIONA?
ASÍ INFLUENCIA EL EMISOR A LA ECONOMÍA
Cuando el Banco de la República sube su tasa de intervención, se dice que está asumiendo una política contractiva, pues busca una contracción en el crecimiento económico con el objetivo de llevarlo hacia su crecimiento tendencial (considerado como óptimo) y así controlar la inflación.
Al subir las tasas de intervención, suben también las tasas de interés interbancarias, lo que repercute en todas las tasas de interés de la economía. Los costos de endeudamiento suben para las familias y las empresas, por lo que el crédito disminuye y también lo hacen el consumo y la inversión. De esta manera, se logra la contracción o enfriamiento de la economía, para que se acerque hacia su
crecimiento tendencial y no genere brotes inflacionarios.
¿QUIÉN GANA?
LA ECONOMÍA SE BENEFICIA
Cuando el Banco Central mantiene la inflación controlada, se genera un ambiente de confianza en la política monetaria, lo que hace más atractivo al país. Los inversionistas observan que Colombia ha venido creciendo sin sobresaltos, y eso aumenta la confianza inversionista y de los consumidores.
¿QUIÉN PIERDE?
SUBIRÁN COSTOS PARA LA INDUSTRIA
Unas mayores tasas de interés significan que los costos de endeudamiento son mayores para las familias y las empresas. Estas últimas han sido enfáticas en pedirle al Banco que no continúe con las alzas, pues aumentarán los costos de los créditos que pudieran necesitar para realizar inversiones.
El Colombiano.
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