Los gobiernos y los bancos europeos, ante su incapacidad para emitir deuda en los mercados a precios asequibles, están solicitando la colaboración de sus ciudadanos y clientes.
A través de oficinas de correos y sucursales de bancos, los gobiernos e instituciones financieras de los países de la zona euro en aprietos venden bonos directamente a inversionistas particulares.
Recurriendo a una táctica tradicional del manual de medidas financieras para tiempos de guerra, los gobiernos con problemas de liquidez le asignan a la colocación de deuda un tono patriótico mediante nombres como "Bonos de Solidaridad Nacional".
Los bonos son atractivos para gobiernos y bancos, ya que a menudo tienen tasas de interés considerablemente más bajas que las que los emisores tendrían que pagar para atraer a los inversionistas institucionales en medio del entorno adverso que impera en los mercados financieros.
Irlanda y España están entre los países de la zona euro que han recurrido a los inversionistas individuales para satisfacer sus necesidades de financiamiento. El Ministerio de Finanzas de Italia informó a fines de octubre que está trabajando de una manera que permita facilitar a los particulares la compra de deuda pública a través de Internet. Los rendimientos del bono soberano italiano a 10 años superaron la barrera del 7% el miércoles, pero retrocedieron levemente el jueves.
"Existe el potencial para absorber un volumen interesante de las necesidades financieras", sobre todo en un país como Italia, donde las tasas de ahorro familiar son altas, señaló Silvio Peruzzo, economista de Royal Bank of Scotland. Los acuerdos son beneficiosos para los emisores con problemas financieros, puesto que el costo de vender deuda a clientes minoristas "está en general por debajo del costo de mercado", añadió.
No obstante, a algunos escépticos les preocupa que los gobiernos y los bancos estén vendiendo deuda por debajo del valor del mercado a personas que carecen de una comprensión cabal de los riesgos. "Esperan engañar a la gente para que compren la deuda a precios rebajados", opina Michael Ben-Gad, profesor de economía de la Universidad de Londres.
Esta clase de ventas de bonos no tienen nada de nuevo. Sin embargo, representan una porción creciente de los planes de financiación de algunos gobiernos y bancos.
Un número de comunidades autónomas de España comenzó a vender "bonos patrióticos" a sus ciudadanos. En Cataluña, una de las regiones más grandes y endeudadas del país, la recaudación proveniente de las ventas de dos bonos dirigidos en su mayor parte a inversionistas particulares cubrirá este año 71% de las necesidades de financiamiento de la región, informó una portavoz de la secretaría económica de Cataluña.
El gobierno lanzó una campaña publicitaria donde insta a los ciudadanos a aprovechar la venta de hasta US$5.420 millones en bonos a uno o dos años de vencimiento. Los instrumentos ofrecen tasas de interés de hasta 5,25%, muy por debajo del 6,75% que tienen otros bonos similares en el mercado, según los operadores. "Los bonos patrióticos son buenos para usted y buenos para el futuro", reza la publicidad. La deuda se vende a través de bancos españoles, cuyos empleados los ofrecen por teléfono o por correo.
Albert Carreras, secretario de economía y finanzas del nuevo gobierno de Cataluña, indicó que el amplio interés generado por los bonos demuestra que los habitantes tienen una mejor comprensión de las finanzas de de la región de la que tienen los inversionistas internacionales. "Nuestros ciudadanos ven que desde que llegamos [al poder], nos hemos comprometido a pagar la deuda, aumentar los ingresos y alcanzar la sostenibilidad financiera", añadió.
Irlanda, que en 2010 recibió un rescate internacional, reunió el año pasado una suma récord de 3.400 millones de euros, unos US$4.600 millones, a través de la venta de bonos al por menor, lo que representa en torno al 14% de su endeudamiento a largo plazo, según el gobierno. Un año antes, esa suma representaba cerca de 5%. En los primeros nueve meses de 2011, el gobierno recaudó US$1.613 millones y no colocó ningún bono entre inversionistas institucionales.
Un llamado al patriotismo ayudó a Irlanda a recaudar estas cifras. El país lanzó en octubre de 2010 los Bonos de Solidaridad Nacional, que pagan una tasa de interés anual de casi 4% durante sus 10 años de extensión. La emisión resultó todo un éxito.
En los primeros 10 meses del año, unos 18.000 clientes compraron bonos por cerca de US$375 millones de euros, US$515 millones, según cifras oficiales. En febrero, Irlanda lanzó un Bono de Solidaridad a 4 años con una tasa de interés un poco más baja. Los bonos se veden en las oficinas de correos del país. Irlanda se puede financiar pagando menos de 4% al año. Sus bonos soberanos a 10 años rinden cerca de 8% en la actualidad.
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