Mientras las bolsas mundiales caen por temor a una nueva recesión, los empresarios colombianos le siguen apostando al mercado de acciones, y este año puede cerrar con emisiones por $10 billones. ¿Jugada estratégica o error de cálculo?
Mientras una posible recesión toca las puertas de las economías desarrolladas del mundo, los mercados de valores –al igual que los crediticios– se han cerrado para las empresas y muchas de ellas han aplazado sus salidas a bolsa. Sin embargo, en Colombia, la tendencia es en sentido contrario: este año marcará un récord histórico en materia de emisiones accionarias.
En lo corrido del año se han realizado cuatro emisiones por más de $5,5 billones. Primero fue Avianca ($500.000 millones) y el Grupo Aval ($2,08 billones), luego Nutresa ($500.000 millones) y Ecopetrol ($2,4 billones). En este momento está al aire la emisión de acciones del Éxito y se espera que salgan en los próximos meses las de la Empresa de Energía de Bogotá (EEB), Grupo de Inversiones Suramericana, el negocio de empaques de Carvajal y ContourGlobal, compañía de generación de energía con presencia en Brasil y Colombia. Con estas, 2011 finalizaría con más de $10 billones en emisiones de acciones, más de lo emitido en los últimos cinco años.?Las grandes empresas colombianas han reencontrado en el mercado de acciones una fuente alternativa de recursos para financiar sus planes de expansión y mejorar sus estructuras de capital.
El interrogante para algunos analistas es si la crisis internacional podría afectar estas iniciativas y si el mercado tiene la capacidad de absorberlas. Pero, también, hay otras preguntas: cómo hacemos de este fenómeno una tendencia permanente para beneficio del sector empresarial.
Las razones del boom
Juan Pablo Galán, vicepresidente de Corredores Asociados, compañía que ha estructurado procesos como Avianca, Aval y Davivienda, y que tendría otros cuatro en camino, afirma que las razones de esta fiebre de emisiones serían tres: “la principal es que los empresarios colombianos están pensando cada vez más en grande y tienen ambiciosos proyectos de crecimiento. Esto hace que tengan mayores necesidades de capital. La segunda es que entendieron que la figura de acciones con dividendo preferencial sin derecho a voto les permite acceder al mercado de valores sin perder control político. Y, la tercera, el mayor apetito de inversionistas internacionales por comprar compañías colombianas”, explica.
Esto mostraría cómo la crisis internacional, más que bloquear la llegada de nuevas compañías, podría estar generando grandes oportunidades para las empresas colombianas.
De hecho, gran parte de las inversiones que han hecho nuestras compañías recientemente en el exterior se han dado por procesos de desinversión y concentración en mercados naturales de grandes compañías mundiales como ING, el fondo de inversión Ashmore, las compañías de cemento y concreto de Lafarge e Iberdrola en Centroamérica, entre otros ejemplos.
Es claro que las compañías que han acudido al mercado accionario están aprovechando las oportunidades y tienen cada vez grandes planes de inversión que no se pueden financiar con flujos internos o deuda.
Avianca lo hizo para financiar un agresivo plan de renovación de flota; Aval para la compra de BAC-Credomatic, Ecopetrol para soportar su plan de inversiones (US$80.000 millones), Nutresa para continuar con su expansión internacional; Sura para financiar la reciente adquisición de ING en la región; Éxito para la compra de las cadenas Devoto y Disco en Uruguay; EEB para atender sus planes de expansión en Centroamérica, Colombia y Perú, y Carvajal para darle mayor peso a su negocio de empaques, tras la adquisición de Convermex en México.
“Tiene sentido para desapalancar la compañía y aprovechar las sinergias que requieren inversiones sin tener que endeudar más a la empresa”, explica Ricardo Obregón, presidente de Carvajal Internacional, sobre el negocio de empaques y el anuncio de llevarlo a bolsa.
“Hoy se han abaratado los activos del mundo desarrollado y los que tenemos plata somos nosotros y hay oportunidades de negocio en activos. Y nuestras compañías se pueden financiar adentro y comprar afuera, que es lo que está pasando”, explica Juan Carlos Echeverry, ministro de Hacienda.
El contraste entre lo que está pasando en el mundo y en países emergentes como el nuestro también está generando un mayor interés de inversionistas internacionales por tener acciones colombianas dentro de su portafolio. Es más, con la obtención del grado de inversión se ha impulsado la entrada de flujos externos a la bolsa local convirtiéndolos en los principales compradores del mercado. De hecho, se espera que cumplan un activo rol en las próximas emisiones, pues Sura tiene una base importante de inversionistas internacionales y más de la mitad de la emisión del Éxito la adquiriría el mismo Grupo Casino.
“En el mundo pueden estar pasando cosas, pero en Colombia hay liquidez. Además, obtuvimos el grado de inversión y eso es más apetito por activos colombianos y a menor costo. Y si en este momento hay liquidez y bajo costo, qué mejor que emitir”, añade el ministro Echeverry.
Además, la sobredemanda de las emisiones anteriores refleja la liquidez del mercado y el apetito de las personas naturales por nuevas emisiones ante la escasez de alternativas de inversión.
A su vez, la corrección del mercado les ha abierto espacio nuevamente a los Fondos de Pensiones. Según cálculos de Corredores Asociados, estos tendrían hoy una capacidad para invertir en acciones alrededor de $1 billón, algo similar a lo que tendrían los accionistas minoritarios que recibirán este año cerca de $1,5 billones por dividendos. Esto muestra que al creciente interés de los inversionistas extranjeros se suma la capacidad de compra por parte de inversionistas colombianos.
¿La crisis internacional va a golpear estas emisiones? “Es difícil decirlo. La reflexión es que no las ha golpeado. A hoy no las ha golpeado sino que de pronto ha pasado lo contrario y es que, como en el resto del mundo no hay rentabilidad, la gente busca dónde la hay. Nutresa y Carvajal son compañías que generan atractivo internacional”, dice Echeverry.
Aún falta
A pesar de este boom, es claro que el mercado sigue concentrado en las grandes empresas y que el número de emisores y emisiones sigue siendo muy bajo. “Mientras en Brasil las emisiones primarias (IPOs) se cuentan en decenas por año y en Estados Unidos en cientos, no vemos por qué aquí no podamos colocar entre cuatro y ocho emisiones por año sin que esto genere preocupación”, afirma Juan de Bedout, vicepresidente de mercado de capitales de Corredores Asociados.
Por esto, el gran reto para el país es hacer que esta fiebre de emisiones se vuelva algo permanente. Un mercado constantemente abierto a donde vengan más empresas familiares de tamaño mediano.?Por tanto, hay que aprender de los procesos de colocación que se han dado, que muestran la necesidad de alinear las reglas de emisión de acciones a los estándares internacionales.
Para Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez, presidente del Grupo Aval, hay que revisar mecanismos como el bookbuilding, pues nuestra versión local es, en la práctica, una subasta y no permite discrecionalidad en la adjudicación con lo cual se estaría perdiendo la oportunidad de vincular más inversionistas internacionales.
Según Juan Manuel Muñoz, de JP Morgan, los tiempos de adjudicación actuales (15 días hábiles) son excesivos, en especial en empresas ya listadas, pues se expone a los inversionistas a riesgos indeseados como sucedió en el caso de Ecopetrol. Los expertos también hablan de la necesidad de mejorar la distribución, de una mayor profesionalización del research y la implementación de las Normas Internacionales de Contabilidad (IFRS) pues somos uno de los países más atrasados del mundo en este frente, entre otras cosas. Es más, “hay que hacer del desarrollo del mercado de valores una política pública, pues es una industria que aporta transversalmente a todos los sectores de la economía”, afirma Juan Pablo Córdoba, presidente de la BVC.
Para Clemente del Valle, experto en mercados de capitales del BID, hay que vincular al mercado de valores empresas de sectores donde hay necesidades crecientes de capital y se requiere institucionalidad, como el de infraestructura y construcción de vivienda, pues el mercado de capitales ofrece las dos cosas. Se podrían generar incentivos dentro de las licitaciones para que esto ocurriera, como lo ha propuesto el Ministro de Transporte.
Por otra parte, también ve la necesidad de apoyar a las empresas en el ciclo temprano de crecimiento y ser capaces de llevar una Pyme a un tamaño atractivo para el mercado de valores. Por ejemplo, hay que fortalecer vehículos como los Fondos de Capital Privado y explorar la alternativa del desarrollo de mercados alternativos. Esto es, un mercado organizado para empresas en fases tempranas de crecimiento donde acudieran solo inversionistas profesionales. Podría ser o no vinculado a una bolsa.
Sin embargo, lo principal será trabajar en el desarrollo de la cultura del mercado, tanto de las empresas como de las personas. Las compañías deben comprender los beneficios pero también los compromisos en términos de transparencia y buen gobierno que implican salir al mercado de valores con programas como Colombia Capital, de la BVC. Mientras, los inversionistas deben comprender que la renta variable se debe hacer pensando en el largo plazo, como lo han enseñado las emisiones de este año.
Dinero.
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