Algo poco auspicioso está sucediendo en Wall Street, pero nadie se ha dado cuenta.
Sus miembros de larga data se han esfumado.
Presidentes ejecutivos. Miembros de la junta directiva. Los grandes ejecutivos. La gente que sabe.
Hace apenas unas semanas, estaban por todos lados, comprando acciones a dos manos en sus propias empresas.
Ya no. Han desaparecido. Casi de la noche a la mañana.
"Dejaron de comprar", afirma Charles Biderman, presidente ejecutivo de la firma de investigación de mercado TrimTabs, que compila los datos. "Los miembros de Wall Street no están comprando".
Las compras de acciones por parte de estos entendidos, que ascendieron a más de US$100 millones diarios durante la caída del mercado el mes pasado, ahora bajaron a sólo US$13 millones diarios.
Mientras tanto, la proporción de ventas de ejecutivos respecto a las compras se ha disparado. Hoy los miembros de Wall Street están vendiendo US$7 en acciones por cada US$1 que compran (otros) entendidos. Es una proporción preocupante. Hace seis semanas las cantidades de compras y ventas eran más o menos iguales.
Es la clase de noticia que debería causar dudas entre los inversionistas.
Lo que hacen los entendidos con su propio dinero es uno de los mejores barómetros del mercado bursátil.
Después de todo, ¿quién conoce mejor los libros de una empresa que sus propios ejecutivos? ¿Quién conoce mejor las condiciones de su industria?
Los miembros de Wall Street suelen comprar en grandes cantidades cuando el mercado atraviesa un período a la baja; lo hicieron en 1987, en 1998, y lo hicieron durante la crisis financiera de 2008-2009.
(También es habitual encontrarlos vendiendo a lo loco cuando el mercado está en alza).
Cambio de rumbo imprevisto
A comienzos del mes pasado, cuando el mercado bursátil se derrumbó, volvieron a aparecer de forma vigorosa. Fue una señal muy alentadora. A comienzos de agosto los entendidos compraron acciones a un ritmo aún más rápido que durante el período bajista de marzo de 2009. De hecho, TrimTabs afirma que es el ritmo más rápido desde noviembre de 2008.
Las compras disminuyeron a fines de agosto, cuando el mercado subió y las acciones subieron de precio. Era previsible.
Pero alrededor del 7 de septiembre, el ritmo bajó abruptamente, aunque los precios de las acciones estaban volviendo a bajar. Sin dudas eso no sería previsible, a no ser que pasara algo raro.
Biderman señala que los ejecutivos están a la espera aunque muchos precios de acciones aún se ubican en los bajos niveles de principios de agosto.
Cifras de InsiderScore, una firma de investigación de especialistas, llegó a una conclusión similar.
Considere el menor crecimiento de empresas que integran el Índice Russell 2000. InsiderScore informa que la sensación entre los jefes máximos en estas empresas era muy optimista hace sólo unas semanas. Las personas al frente de estas empresas acudieron al mercado a comprar acciones a comienzos de agosto, cuando cayeron los precios.
Hoy los precios de sus acciones no subieron. Pero los entendidos ya no tienen una actitud optimista.
E InsiderScore informa que el panorama es también es similar para acciones financieras.
¿Qué sucede?
Los ejecutivos y sus clientes volvieron a trabajar luego de sus vacaciones. Tuvieron oportunidad de mirar los libros de órdenes futuras.
O quizás simplemente están preocupados por el contexto más amplio.
Grecia. China. La economía de EE.UU. El presupuesto. Una cantidad de cosas podría ser responsable de que el mercado bursátil actúe así.
Biderman culpa a la incertidumbre. "Me parece que los entendidos no saben bien qué está sucediendo", sostiene.
Los mercados subieron ayer debido a "esperanzas crecientes" (otra vez) sobre Europa. Cayeron el lunes debido a "temores crecientes" sobre Europa. Y así sucesivamente. Si quisiera comprometerme con acciones en estos niveles, preferiría ver que los entendidos hacen lo mismo.
Wall Street Journal.
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