martes, 17 de enero de 2012

El pesimista de Wall Street que podría volver a acertar

Adam Parker, jefe de estrategia para Estados Unidos de Morgan Stanley, es el analista más pesimista entre todas las grandes firmas de Wall Street cuando se trata de hacer pronósticos sobre el rendimiento de las acciones en 2012.

El año pasado asumió la misma posición negativa. Y resultó ser la más precisa.

El analista de 42 años considera que sus colegas están siendo excesivamente optimistas sobre la probable fortaleza de las ganancias de las empresas estadounidenses en este año. Y otra vez podría tener razón.

Alcoa, el mayor fabricante de aluminio del mundo, inauguró la temporada de informes de utilidades el 9 de enero anunciando una pérdida de US$191 millones en el cuarto trimestre, comparada con una utilidad de US$258 millones en el mismo período de 2010.

Los estrategas optimistas se llevarán una decepción con las ganancias, asegura Parker, y eso podría contener el mercado bursátil. Además, los problemas de deuda de Europa seguirán siendo una amenaza, añade.

Como resultado de ello, Parker augura que el índice Standard & Poors 500 cerrará el año en 1.167 unidades, 8,7% por debajo del cierre del viernes 6 de enero, de 1.277,81. La predicción promedio de los estrategas de 13 bancos es de 1.334 a fin de año, o 4,4% por encima del cierre del primer viernes de 2012.

"Uno no quiere ir contra la corriente por el mero hecho de ir contra la corriente", afirma Parker, cuya predicción para 2011 estuvo apenas 1,6% por debajo del cierre final del S&P. Al igual que el año pasado, dice, la mayoría de sus rivales son "demasiado optimistas en relación con las ganancias".

Las empresas estadounidenses están saliendo de un extraordinario 2011. Los integrantes del S&P 500 alcanzaron una ganancia combinada récord de US$97 por acción. Aunque el índice terminó el año prácticamente sin cambios, algunos analistas señalan que las utilidades corporativas ayudaron a mantener un piso en el mercado bursátil cuando resultaba extremadamente volátil.

Este año, los analistas de Wall Street esperan que las utilidades de las empresas del S&P 500 alcancen un nuevo récord de US$106,67 por acción, según Capital IQ. Las expectativas de Parker son más modestas, aunque también constituirían un récord. Él prevé unos US$100 por acción, o cerca de 6% por debajo del consenso. Para 2013, en tanto, el estratega de Morgan Stanley ve una ganancia de US$103,10 por título, o menos de 15% del pronóstico promedio, de US$121,10 por acción.

Los informes de ganancias del cuarto trimestre y pronósticos de muchas empresas para 2012 se conocerán este mes. En las últimas semanas, el fabricante de chips Texas Instruments Inc., el proveedor de software Oracle y la cadena minorista Target Corp. han reducido sus pronósticos de ganancias.

El problema con las estimaciones para todo 2012, sostiene Parker, es que las expectativas de utilidades se apoyan precariamente sobre un robusto crecimiento de las utilidades de los bancos estadounidenses.

Según sus cálculos, alrededor de un cuarto del crecimiento de las ganancias consensuadas para el año provendrían de seis de las mayores instituciones financieras, incluidas General Electric Co. Se prevé que Bank of America Corp. impulse por sí solo 14% del crecimiento de las ganancias.

Ello podría ser una tarea difícil debido a la persistente falta de claridad sobre la regulación y los deslucidos volúmenes de operaciones. Por tales razones, diversos analistas han reducido algunos pronósticos para Goldman Sachs Group Inc. y Morgan Stanley. Sin embargo, otros argumentan que el sector inmobiliario podría al fin tocar fondo en 2012, impulsando a los bancos.

Parker espera que el sector financiero gane US$15,80 por acción en 2012, por debajo de las expectativas del consenso, de alrededor de US$18 por título.

Otro problema es que después del récord de ganancias del S&P del año pasado, Parker opina que la racha está en peligro. Los vientos en contra incluyen una probable desaceleración mundial, un dólar en alza y un crecimiento de los inventarios.

Parker se incorporó a Morgan Stanley en septiembre de 2010, donde pronto llamó la atención por su visión pesimista del mercado bursátil estadounidense. Ser negativo no es popular entre los analistas del sector.

"Uno tiene que publicar lo que cree. La gente piensa que los estrategas tienen que ser porristas del mercado, pero por suerte yo estoy en un lugar donde he conseguido un apoyo extraordinario de parte de los más altos niveles de gestión alabando mi trabajo", señala. "Hay una cosa psicológica sobre empezar un nuevo año, pero la realidad es que las ganancias corporativas y las tendencias macroeconómicas no cambian con el calendario".

Wall Street Journal

No hay comentarios:

Publicar un comentario