“Esperamos que la banca colombiana aumente su profundidad de financiamiento”: S&P.
La estricta supervisión y regulación financiera; el mayor grado de solvencia y cobertura, así como los bajos niveles de cartera vencida se convirtieron en los aspectos fundamentales para que la banca colombiana mejorara su perfil de riesgo al avanzar dos casillas dentro de la clasificación que hace Standard & Poor’s.
En la revisión hecha por la firma calificadora la banca colombiana pasó del Grupo 8 (alto riesgo) al Grupo 6, lo que significa que su riesgo ha disminuido de manera notable en los últimos meses.
Dichos grupos van en una escala de menor riesgo (1) a mayor riesgo (10).
La noticia pasó desapercibida en medio de la incertidumbre que vienen experimentando los mercados internacionales como consecuencia de los problemas de Grecia, el muy lento trasegar de la economía estadounidense y la falta de medidas contundentes de estos países para esquivar la crisis.
No obstante, la misma se constituye, a juicio de analistas y banqueros, en un aliciente frente al nerviosismo internacional, más aún cuando el Fondo Monetario Internacional (FMI) también acaba de alertar ante los inminentes efectos que tendrá sobre los sistemas financieros de las economías emergentes la difícil situación de los países desarrollados.
“El sistema financiero (colombiano) está sólido.
El país ha avanzado mucho en los estándares de supervisión y regulación, es un abanderado de las buenas prácticas a nivel mundial y eso es una garantía para la economía como un todo”, señaló la economista jefe del Bbva, Juana Téllez.
Aunque la banca colombiana tiene aún un largo trecho por recorrer es claro que la misma ha encontrado fortalezas, no sólo del sector, sino de la economía en general, que hacen pensar que pueden venir nuevos avances en el mediano plazo.
Destaca, por ejemplo, la mayor transparencia informativa; el marco regulatorio y la supervisión existente que ha llevado a prácticas más conservadoras; la cultura de pago reinante, la estabilidad en los depósitos y su tendencia creciente y la baja participación de la banca pública en el país.
Pero si la banca quiere avanzar en este frente, para situarse al menos en el Grupo tres, donde están países como Chile, Reino Unido, España, Estados Unidos, Austria y Arabia Saudita, es necesario que trabaje más en algunos aspectos, pues la firma ve ciertas vulnerabilidades como la alta concentración crediticia en dos conglomerados (Grupo Aval y Bancolombia); las distorsiones que genera la llamada tasa de usura; el poco desarrollo del mercado de deuda, la falta de instrumentos de financiación de largo plazo y la mayor competencia que está elevando los márgenes.
DESTACAN AL SECTOR FINANCIERO DE AMÉRICA LATINA
El presidente de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban), Óscar Rivera, dijo que las instituciones financieras de la región cuentan con la suficiente solidez para encarar la crisis que se avecina por los problemas de Estados Unidos y los países europeos.
“Estamos ahora muy bien parados por segunda vez. Digo por segunda porque no hemos acabado todavía de salir de la primera crisis”, subrayó el banquero, quien mañana, junto con el presidente Juan Manuel Santos, darán inicio al ‘XXI Congreso Latinoamericano de Fideicomiso - Colafi 2011’ en Cartagena.
En opinión de Rivera, la banca latinoamericana ha venido haciendo la tarea de manera juiciosa, cumplimiento por anticipado las normas de capitalización establecidas al 2019 por el régimen de regulaciones bancarias internacionales conocido como Basilea II.
Advirtió que se han aplicado medidas de precaución de las superintendencias y bancos centrales, como “tener reservas cíclicas y contracíclicas”.
Sin embargo, el presidente de los banqueros latinoamericanos insistió en que, ahora que “se vuelve a producir otra crisis vinculada con el hemisferio norte, Latinoamérica está yendo adelante y está sólida. Pero, por supuesto, no nos vamos a quitar el coletazo (...), no podríamos decir que no resultará afectada la banca latinoamericana”, admitió Rivera.