jueves, 6 de octubre de 2011

Entrevista de Ronald Patin, CEO de Pacific Rubiales con El Tiempo.



El presidente de Pacific Rubiales habla del 'boom' de la explotación del crudo y, cómo no, de los conflictos de los últimos días en los yacimientos del Meta.Al decir de los entendidos, Colombia pasa por un momento histórico: en toda la geografía nacional hay 300 campos petroleros generando crudo a todo vapor, al punto de aproximar la producción nacional a un millón de barriles diarios. Todo un récord. Campo Rubiales, situada en los Llanos Orientales presenta, por su parte, un inusitado crecimiento que lo tiene produciendo cerca de 250.000 barriles diarios de crudo. En las últimas semanas, la petrolera Pacific Rubiales ―fundada en 2008, tras la fusión de las compañías Petro Rubiales y Pacific Stratus― ha sido sacudida por violentos enfrentamientos, protagonizados por grupos de obreros y contratistas que protestan por lo que consideran malas condiciones laborales en el campo de 60.000 hectáreas de extensión. Diversos medios y columnistas se han ocupado del tema, tratando de desenmarañar las verdaderas razones del conflicto. La realidad es que Pacific contrata directamente a 500 personas (un 3,8% de su personal) y tiene contratistas que a su vez subcontratan labores especializadas hasta completar un contingente de más de 12.500 personas. Mientras voceros de los inconformes sostienen que las condiciones de vivienda, alimentación, seguridad social, enfermerías, baterías sanitarias y vías de acceso dejan mucho que desear, representantes de Pacific Rubiales aseguran que, a petición de la misma petrolera, el Ministerio de la Protección Social ha hecho auditorías y conceptuado que, aunque hay algunas fallas, en general las condiciones son buenas. Sin embargo, las quejas continúan: no son pocas las voces que dicen que la situación es "miserable y agobiante".

El venezolano-colombiano Ronald Pantin, presidente de Pacific Rubiales, habla del auge petrolero y da su versión de lo sucedido en los últimos días.¿Cómo califica los hechos que se han presentado en Rubiales?-Hemos tenido sucesos lamentables con el ataque y abuso de algunos manifestantes, con una violencia que yo nunca había visto en cuarenta años de estar en este negocio. Si hasta le pegaron candela a los dormitorios con la gente que no quería participar, adentro. Apuñalearon personas. A un pobre muchacho le hicieron perder un ojo a patadas. Con ese tipo de cosas nadie puede estar de acuerdo en Colombia.

¿Por qué no tienen ustedes sindicato?

-Porque la gente no quiere, y yo no los puedo obligar.

Claro que no los puede obligar, pero es curioso.

-Bueno, contrariamente a lo que dicen algunos, en Rubiales la gente tiene unos beneficios espectaculares.

¿Como cuáles?

-Por ejemplo, el que menos gana, recibe casi dos veces el salario mínimo. A los trabajadores se les da comida, prestaciones, dormitorios. Ante lo sucedido en Campo Rubiales, le pedimos al Ministerio de Protección Social que hiciera una auditoría. Estamos dispuestos a mejorar lo bueno y a corregir lo malo, porque tampoco se puede pensar que todo es perfecto. Estamos construyendo un complejo de instalaciones muy cómodas, con condiciones estupendas. La invito a que vaya, tome fotos y usted misma se cerciore de la realidad. Lo que pasa es que alrededor y dentro de la naturaleza misma de estos actos hay de por medio temas de naturaleza política, y yo creo que ese es un debate del país: ¿queremos un modelo donde el Estado sea dueño de todo, como el que propone la gente de izquierda, o queremos que las empresas puedan venir y ayudar a desarrollar el país? Son los colombianos los que deben decidir con cuál se quedan.


Si no hay sindicato, ¿qué hacen la USO y la CUT interviniendo en el problema?-Están representando a los trabajadores de los contratistas, no a los de Pacific Rubiales.

¿Qué busca la mesa de trabajo acordada con el Gobierno y las centrales obreras?

-La mesa la acordó el Gobierno con la USO y nosotros estamos en calidad de garantes del diálogo de la USO con los empleados de nuestros contratistas.


En una carta que le envió el senador Robledo a usted, él dice que en Rubiales hay condiciones muy precarias que motivaron las protestas. ¿Qué tan cierta es esa afirmación?-Le reitero que estamos planeando el Centro Rubiales, una especie de población para nuestros empleados. Lo que tenemos en el campo es muy bueno. Repito, no estoy diciendo que no existan problemas, pero yo diría que si se hace una evaluación, tendría un sobresaliente. Entonces, aquí hay es un tema político: el del senador Robledo. El suyo es el modelo venezolano, donde el Estado tiene el control de la producción. Y toda la gente sensata opina que las vías de hecho y la violencia no tienen justificación.

Dígame, ¿cómo trabajan el tema de responsabilidad social? ¿Hay algo de envergadura, como para contrarrestar lo que está pasando?

-Cuidamos al máximo la parte ambiental. Campo Rubiales está a 184 kilómetros del pueblo más cercano, pero hacemos reciclaje, hay telefonía fija, electricidad, telefonía celular, agua potable y todos los demás servicios, no solo para la empresa, sino también para todo el entorno. La compañía está sembrando 30.000 hectáreas de palma, más como una inversión social, que una de tipo petrolero, por el empleo que genera. Esto es algo que hacemos con entusiasmo. Tenemos 1.500 empleados, pero en el campo hay 13.000 contratistas, a quienes les exigimos no pagarle a nadie menos del salario mínimo. 

¡Pues esa contratación y subcontratación es la llamada 'tercerización', una parte muy importante de los reclamos, de los disturbios y de las críticas que le hacen a la compañía!

-No es 'tercerización'. Si usted va a hacer su casa tiene que buscar un constructor, ¿no? Pues eso mismo es lo que hay ahí. Son personas contratadas para realizar los proyectos, porque son las que saben realizarlos. Yo soy petrolero, sé perforar pozos y tratar el petróleo, pero no sé construir ni hacer otro tipo de trabajos importantes en el proceso. Eso sí, todos los que trabajan allí seguirán siendo nuestra gente.

Si las condiciones son tan buenas, ¿por qué las protestas?

-Trasfondo político y de intereses particulares de diferentes grupos que desean posicionarse en la región y lograr reconocimiento, y esto lo logran llamando la atención de manera violenta, agrediendo al más visible, que en este caso hemos sido nosotros. Se han dado paros y protestas en otras áreas y no han tenido la visibilidad del ataque que nos han hecho.

¿Por qué vino a trabajar a Colombia?-Porque unimos Petro Rubiales con Pacific Stratus y fundamos Pacific Rubiales. En ese momento la producción era de 14.000 barriles diarios, y hoy produce 242.000 barriles. Un gran incremento.

¿Y qué lo decidió a estudiar ingeniería y luego a dedicarse al petróleo, a contrapelo de la tradición agrícola de su familia?

-Iba a estudiar ingeniería agrícola pero un cuñado me dijo: "Para saber de café te lees tres libros especializados y ya sabes todo". Entonces me fui a estudiar a Estados Unidos con una beca del Gobierno de Venezuela, quizá una de las políticas educativas más acertadas que tuvo el país en su momento. Muchísimos venezolanos estudiamos en las mejores universidades del mundo, a través de la Fundación Mariscal de Ayacucho.

Supongo que, como usted, muchos se vieron obligados a salir de Venezuela.

-De Venezuela ha salido mucha gente, especialmente del área petrolera. En 2002 hubo la huelga y Chávez despidió a 22.000 empleados de PDVESA. Despidió el conocimiento. Uno veía petroleros con Ph.D. vendiendo queso en la calle. Vino la diáspora y todo ese talento se fue fundamentalmente a Canadá, a países árabes y a Colombia. Con la iniciativa de Pacific Rubiales, trajimos gente muy experta, (unas 60 personas) con más de 25 y 30 años de experiencia en exploración y explotación de petróleo.

¿El desmantelamiento de la compañía petrolera más importante de Venezuela es el responsable de la dramática disminución de la producción de ese país?

-Cuando nosotros estábamos allí producíamos casi cuatro mil millones de barriles. Hoy, según reportes de la OPEP, Venezuela produce dos mil cien millones de barriles.

¿Cómo se detecta el lugar donde hay petróleo?

-Quizá uno de nuestros valores agregados es que sabemos a ciencia cierta que el petróleo no se acumula en un solo sector, sino que hay un modelo regional que comienza en Trinidad, pasa por Venezuela ―en lo que es la faja petrolífera del Orinoco―, continúa en los Llanos de Colombia, sigue por Ecuador y termina en Perú. Como es lógico, nos ubicamos donde sabíamos que había crudo y por eso la empresa hasta ahora ha tenido unos índices de éxito en exploración nunca vistos: 83%. Eso no es normal. El promedio es un 20% y, con suerte, un 30%.

¿Cuántos pozos tienen en este momento?

En Colombia tenemos 40.

¿Con qué porcentaje de éxito?

-De cada 100 huecos para exploración, 83 han sido positivos y, en el caso de desarrollo ―que es ya cuando se perfora para explotar y para sacar el crudo― casi el 100%.

¿Las reservas de Colombia tienen origen antediluviano?

-Por ahí es la cosa. Toda esa zona era el mar de Tetis, que entraba por la faja petrolífera del Orinoco y se ubicaba entre las cordilleras y el macizo Guayanés. Recuerde que allí los Andes van en sentido este-oeste, mientras que en el resto de nuestros países van norte-sur. El mar se fue retirando y, como sabemos todos, esos fósiles que van quedando encierran el petróleo. Había ríos que caían en el espacio de ese mar. Dentro de esos canales, que son canales de ríos ancestrales, es donde nosotros buscamos el petróleo, porque siempre hay.

¿Se puede detectar por satélite?

-No. El que dice si hay petróleo o no, es el taladro al llegar al yacimiento. Pero sí es una labor detectivesca. Sabemos que donde hay cierto tipo de rocas, hay petróleo, y que en zonas con otra clase de rocas, no lo hay. Por ahí comienza todo.Campo Rubiales había sido explotado y abandonado antes. 

Llegaron ustedes, lo reabrieron y le están sacando grandes cantidades de crudo. ¿Estaba mal explotado?

-Exacto. Se estaban utilizando unas tecnologías que quizás no eran las mejores para sacar crudo pesado. Si en Rubiales se perfora un pozo en forma vertical, puede dar 300 barriles, pero si se lo hace horizontalmente, puede dar de 500 a 2.500. El que nos lo vendió había encontrado cuatro pozos secos. En cambio nosotros hemos tenido un suceso impresionante allí. Comenzamos en abril y ya producimos 40.000 barriles.El que les vendió Quifa debe estar de luto. 

¿Quién es?

-Germán Efromovich, que siempre hace buenos negocios. Él tenía 50% y el otro 50% lo tenía Elliot, un fondo de Nueva York. Elliot vendió su 50% y Germán vendió un 25% y se quedó con otro 25%. Después, su 25% remanente lo cambió por dinero y acciones. Las acciones que le quedaron hoy valen diez veces más.

¿Es cierto que el pozo CPE 6, el nuevo descubrimiento de ustedes, es el más grande que se ha hecho en Colombia?

-No, pero sí es un descubrimiento muy importante. Hemos perforado y vemos que en extensión es algo muy grande. Podría ser tan grande como Rubiales.

¿Eso significa qué monto en reservas?

-Podría ser entre 400 a 500 millones de barriles, pero falta mucho para certificarlo. Cuando se habla de reservas en la industria petrolera, especialmente en las empresas públicas, hay que hacer esa advertencia, porque todo número de reservas tiene que estar certificado por empresas especializadas.

¿Dónde queda el pozo CPE6?

-Ochenta kilómetros al suroeste de Quifa, o sea cerquita a Rubiales.

¿En qué otros sitios están explorando?

-En el norte, en el borde con Venezuela, en el bloque Arauca y en el bloque CP1. Todos al lado de Caño Limón, el descubrimiento más importante que ha tenido Colombia, con 1.200 millones de barriles de reservas.

¿Cuál es actualmente el precio deseable para el petróleo?

-Nosotros tenemos muy bajo costo. Somos una empresa diferente, al igual que Ecopetrol, pero hay otras en el mundo que tienen mayores precios; por ejemplo, en la explotación de las arenas bituminosas en Canadá necesitan alrededor de 50 dólares de costo como mínimo. Teniendo eso en cuenta, yo creo que un precio entre 80 y 90 dólares el barril, es adecuado; ya cuando pasa de 100, empieza a pegarle a la economía mundial.

¿Qué pasaría si se desplomara el precio?

-Pegaría muy fuerte por lo que dije anteriormente: hay unos países que producen mucho, como Canadá, con costos muy altos y si se les bajara el precio tendrían que cerrar producción y habría escasez.

¿Por qué la OPEP parecía funcionar mejor en la época del jeque Yamani?

-A finales de los 70, principios de los 80, el Club de Roma, integrado por gente de todos los países, hizo unos pronósticos que angustiaron al mundo: "Para el año 2000 no habrá recursos energéticos, materias primas, ni comida". Eso no sucedió, porque los países, en especial China, redujeron su crecimiento demográfico. Hoy se empieza a dar una situación preocupante porque en India y China, donde antes comían arroz, ahora comen carne y muchas otras cosas, y tienen un gran consumo. Hay gran presión sobre las materias primas, los alimentos y los recursos energéticos. Pero no creo que estemos todavía en una situación extrema en materia de hidrocarburos porque, por ejemplo, hay países como Venezuela que podrían producir muchísimo más. La OPEP, que era un cartel para proteger los precios, ya no tiene que hacerlo. Mas bien el problema sería que no hubiera suficiente petróleo para mantener los precios a niveles razonables. En el pasado, cuando Arabia Saudita quería que el precio subiera o bajara cerraba o abría la producción.Tenía la llave.-Sí, pero hoy ya no tienen suficiente producción para hacer eso. Los nuevos actores, entre los que se destaca Colombia a nivel mundial con su crecimiento, son los que tienen la llave verdaderamente. 

¿Se puede hacer una proyección a 10 años?

-Sí, porque a Colombia le queda mucho petróleo por descubrir, aunque la tecnología que está usando actualmente no es la adecuada. Nosotros tenemos una muy moderna en Quifa y esperamos mejorar la de Campo Rubiales. Allí hay 4.200 millones de barriles de reservas. Eso es más que las reservas de toda Colombia, pero se recupera solo el 15%: más o menos 600 millones de barriles. Con la tecnología nueva que tenemos, si logramos recuperar el 50% tendríamos 2.100 millones. Si se le quitan los 600 que son por primaria, estaríamos hablando de 1.500 millones de barriles, y eso se puede hacer en cada uno de los campos de crudos pesados. Se trata de una tecnología muy probada.

¿Es muy costosa esa tecnología?

-No. No se ha utilizado aquí, pero en Venezuela la venimos usando desde los años 50 y 60. Colombia tiene todavía mucho petróleo por descubrir y reservas probadas de unos dos mil millones de barriles. Si hay nuevos descubrimientos que eleven esas cifras a cuatro mil millones, y usamos esta tecnología, probablemente podría llevarse esa cifra a diez mil millones de barriles.

El exministro Rodado, muy cauto, decía que no hay un 'boom', sino un auge petrolero. ¿Es solo una diferencia semántica o, en realidad, no se puede hablar de 'boom' petrolero?

-Ni se puede decir que Colombia es un país petrolero. Es importantísimo lo que dijo el exministro, porque si nos llegamos a creer Arabia Saudita empezaremos a hacer disparates y a cambiar las condiciones. Invertimos en Colombia porque las condiciones eran las adecuadas, pero debemos recordar que hay muchos países desesperados por ese dinero.

Pero el gobierno debe tener margen de maniobra, ¿no? 

-Desde luego que la tajada mayor se la debe llevar el país, pero hay un momento en que, si se cambian las reglas de juego, la inversión deja de ser atractiva y la gente se va a otro lado.

¿Y cómo se sienten ustedes en términos de garantías? 

-Se alinearon cuatro astros: las políticas sobre inversión extranjera e hidrocarburos, la creación de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, la prospectiva que tenía Colombia y la seguridad democrática, que cambió la visión de Colombia ante el mundo. Antes, vender a Colombia era casi imposible. Creo que los lineamientos del presidente Santos vienen en la misma dirección de los del expresidente Uribe.

En un rango de 1 a 10, ¿en qué nivel de optimismo se siente respecto al tema petrolero en Colombia? 

-¡Once!


El Tiempo.