lunes, 26 de septiembre de 2011

Apostar al "índice del miedo" asusta a los inversionistas



En respuesta las recientes oscilaciones del mercado, un creciente número de inversionistas —desde administradores de fondos de inversión a inversionistas en el rubro minorista— apuesta a lo que parece ser lo único seguro: la volatilidad del mercado misma. Lo hacen a través de 28 nuevos fondos que cotizan en bolsa o de las notas seguidas por el Índice de Volatilidad Bursátil de la Bolsa de Opciones del Mercado de Chicago, más conocido como índice VIX. El más antiguo fue lanzado en 2009. Entre enero y agosto, los activos en el grupo crecieron 32%, a US$2.800 millones.

Los rendimientos a corto plazo para algunos de esos productos se ven bastante bien. El mayor del grupo, el iPath S&P VIX de Futuros a Corto Plazo ETN, subió 47% en el mes terminado el 9 de septiembre, según Morningstar Inc., que realiza seguimiento de fondos. Las inversiones más simples relacionadas con el VIX —aquellas que no ofrecen rendimientos amplificados o inversos— ganaron 38% en promedio en el mismo período.

A menudo llamado "el índice del miedo", el VIX mide la incertidumbre que los inversionistas prevén del mercado, sobre la base de los precios de los contratos de opciones. (Cuanta mayor oscilación se prevea en el precio de las acciones, en cualquier dirección, más caros se vuelven los contratos de opciones).

Sin embargo, el desempeño deslumbrante puede encandilar a algunos inversionistas, sin dejar ver los matices de tales inversiones. El VIX no tiene valor intrínseco. Los contratos de futuros que contiene, sólo aumentan de valor cuando los inversionistas piensan que las fluctuaciones serán más extremas mañana que hoy. Los temores y la especulación de los inversionistas son activos volátiles en sí mismos, señala Timothy Strauts, analista de fondos que cotizan en bolsa de Morningstar, y el VIX "sólo oscila entre el miedo y la calma, ida y vuelta".

Por la forma en que están diseñados los fondos, también es difícil conseguir ganancias a largo plazo mediante apuestas al miedo a la volatilidad. Hay que considerar que el VIX se ubicaba hace muy poco en 43, frente a 27 un año antes. Sin embargo, durante el mismo período, un inversionista que compró y conservó el iPath ETN habría perdido 55%. Eso es así porque si aumenta la volatilidad o incluso se mantiene estable, los contratos de opciones subyacentes se vuelven más caros. Para mantenerse el ritmo, los fondos que cotizan en bolsa venden constantemente contratos baratos en favor de otros más caros, y los inversionistas que conservan los fondos por más de unos pocos días no tienen tales pérdidas.

Esos productos están diseñados para corredores de corto plazo, afirma Tim Edwards, vicepresidente de Barclays Capital. Si un una reunión de la Reserva Federal, lo que normalmente haría es comprar un fondo vinculado al VIX unos días antes, y conservarlo menos de una semana. En esencia, lograr un beneficio a través de un producto vinculado al VIX requiere de una excelente sincronización con el mercado, una aptitud que según muestra la historia resulta más bien escasa.

Wall Street Journal.