Hay que mantener la autosuficiencia petrolera y comprobar con hechos la sostenibilidad ambiental.
Para que el sector petrolero cumpla en el 2020 las metas que fijó el Gobierno hace cinco años, los actores involucrados en esta locomotora, es decir, las empresas, el Gobierno y las comunidades, tendrán que redoblar esfuerzos en materia de reservas y de generación de políticas efectivas para que este desarrollo se haga en plena armonía con el medio ambiente.
Si bien el Gobierno confía en que con la actividad actual y los proyectos en desarrollo la autosuficiencia petrolera está garantizada hasta el año 2020 o 2021, el principal reto es traducir la exploración y explotación en un volumen mayor de reservas en los próximos años.
Lo anterior, porque en el 2010 el nivel de reservas cerró por encima de los 2.000 millones de barriles, frente a una meta de 2.973 millones que desde el 2006 se había fijado. Además, para el 2020 la meta es que este nivel bordee los 5.000 millones de barriles.
El presidente de Pacific Rubiales, José Francisco Arata, confía en que manteniendo la estabilidad regulatoria, en el transcurso de 10 años las reservas del país pueden llegar a los 15.000 millones de barriles.
A su turno, el presidente de Ecopetrol, Javier Gutiérrez, sostiene que el objetivo de la compañía es agregar 4.900 millones de barriles en los próximos 10 años y elevar la producción a 1,3 millones de barriles limpios por día en el 2020, es decir, sin accidentes, ni incidentes ambientales, con normalidad laboral, en armonía con los grupos de interés y con una rentabilidad del 17 por ciento.
Minería en su lugar
Por su parte, representantes de la industria minera visualizan un sector plenamente ordenado y consolidado en todos los frentes.
El director ejecutivo de la Cámara Colombiana de la Minería, César Díaz Guerrero, dice que para el 2020 ve a todos los actores de la cadena aplicando prácticas de minería responsable.
Señala que la ruta para llegar allá es una institucionalidad sólida, un sector articulado con las comunidades regionales, una infraestructura que permita la competitividad y una legislación minera y ambiental que hablen el mismo idioma.
Díaz señala que para el 2020 se puede llegar a 120 millones de toneladas en producción de carbón y, si los proyectos de oro que están en exploración (Marmato, Angostura y la Colosa principalmente) avanzan sin contratiempos, la producción podría alcanzar los 200 millones de gramos anuales.
Entre tanto, Eduardo Pizano, presidente de la Asociación Colombiana de Gas Natural (Naturgas), advierte que para cumplir la meta en materia de reservas (7 terapies cúbicos entre 2011 y 2019), es preciso agilizar los permisos ambientales.
“Estamos quedados en reservas y la razón es que ha habido demoras en el Ministerio de Ambiente”, señaló al precisar que está pendiente la autorización para perforar otro pozo en La Guajira (por parte de Chevron) y uno más en Galerazamba, en el departamento de Bolívar, también costa afuera.
Naturgas señala que buena parte de los desarrollos futuros están dependiendo de las condiciones para la búsqueda de gas asociado al carbón y a los esquistos (shale gas).
En este último existen buenas perspectivas de las compañías Ecopetrol y Nexen, aunque no se saben todavía las reglas de juego en materia de regalías y de participación del Estado en los contratos. Naturgas prevé que en el 2020 habrá una interconexión plena con Venezuela en materia de gas, lo cual permitirá el intercambio del combustible en cumplimiento de los acuerdos vigentes, pues en ese país se están desarrollando campos de gran magnitud.
ENERGÍA: ESPERAN ESTABILIDAD EN LA DEMANDA
El presidente de Isagén, Luis Fernando Rico, considera que teniendo en cuenta el bache en el crecimiento de la demanda de energía que se vivió en el 2008 y el 2009 por la crisis internacional, más la recuperación del 2010 y el comportamiento actual, en los próximos 10 años el sector va a estar cumpliendo con las expectativas de la demanda, incluso un poco por encima de esta. Lo anterior, porque la interconexión con Panamá será un hecho, de tal manera que comience la operación entre el 2014 y el 2015.
A esto se suman las gestiones para promover la integración entre Colombia, Ecuador, Perú y Chile, que si bien es una iniciativa de más largo plazo, puede impulsar las expectativas de nueva generación. Hoy el país consume 52.000 gigavatios hora durante un año, demanda que podría crecer un 3,5 por ciento anual en promedio en los próximos años.
En materia de cobertura, el directivo ve posible llegar en el 2020 a un 100 por ciento de alcance, pues existen planes de electrificación en zonas alejadas.
Entre el 2007 y el 2011 ha entrado en operación el proyecto Porce III, que representa 660 megavatios de generación.
A finales de este año comenzará la operación plena del proyecto Amoyá, con el que se generarán otros 80 megavatios y después Hidrosogamoso, que agregará otros 820 gigavatios a finales del 2014.